lunes, 22 de octubre de 2018

"Medio siglo del festival de Eurovisión, 1956-2005", José Ramón Prado

Del libro "Medio siglo del festival de Eurovisión, 1956-2005", José Ramón Prado.


Es inevitable para la sociedad machista hablar del físico de las mujeres. 



Es lo único que importa de nosotras, lo que destaca por encima de cualquier otra cosa. Si se tratase de un hombre y su canción no hubiese impresionado, nadie diría, por ejemplo: "Bustamante impresionó más por su belleza morena que por su canción", simplemente se diría que la canción no gustó, nada más.





Nunca se puede pasar por alto la belleza de las mujeres, porque hemos nacido para deleitar a los hombres.



El talento, el arte, las capacidades de las mujeres no se destacan, tan solo la belleza.



Si se habla de la ropa de un hombre, es por algún motivo, porque se quiere decir algo al respecto, algo justificado y con interés para el tema que se está tratando (una actuación), en este caso, que su chaqueta no tenía bolsillos para que tuviese que usar las manos mientras cantaba. Jamás se hablaría de ello para afirmar que es un objeto para el público. En cambio, si se comenta qué lleva una mujer, es para deleitarse con "su coquetería", con lo bella y sexy que estaba. Por eso el público español recuerda a Katja Ebstein "por una de sus intervenciones ataviada con un largo abrigo y una espectacular minifalda", porque en tal banalidad es en lo que se fijaba el público, según el autor de este libro, no en su talento.



No solo la belleza y la ropa importan, también cómo sea su cuerpo. Ser piernilarga es muy importante. Nadie podría considerar que sabe de Eurovisión si no conoce estos detalles y los comenta.



Los adjetivos "bella", "guapa", "hermosa", "piernilarga",..., son los que se usan para hablar de las mujeres. Para referirse a los hombres, en cambio, se utiliza "cantante", "artista", etc., jamás una alusión a su físico.



En ninguna parte del libro, cuando se menciona a un hombre, se dice: "El guapo ...", "un guapo defensor...".




Tampoco se habla de que ellos sean voluminosos.



Mucho menos "joven y guapo", porque son demasiados adjetivos que aluden al físico para calificar a un hombre. No sucede lo mismo con las mujeres, puesto que todos los adjetivos son necesarios para poder recrearse en su belleza y cuerpo.


El machismo de "Que la detengan", de David Civera


Recordamos el  machismo del videoclip y de la canción de "Que la detengan", de David Civera. 

Maldita sea la noche
En la que la conocí
Ahora vivo atrapado
Esa mujer no me deja vivir

Malditos sean sus ojos
Sus gestos, su boca
Ese beso que me desarmó
Maldito sea el embrujo
Que me cegó la razón

Que la detengan
Es una mentirosa
Malvada y peligrosa
Yo no la puedo controlar

Que la detengan
Me ha robado la calma
Se ha llevado mi alma
Y no me ha dejado na

No se que hice esa noche
El vino me traicionó
Sólo buscaba el olvido
Y fui a caer en su trampa de amor

Ahora maldigo esa noche
Al deseo
Al destino que a ella
Me quiso llevar
Ya no me quedan más lágrimas
Sólo me queda gritar