miércoles, 21 de noviembre de 2018

Anuncios de escorts: la cosificación de las mujeres





Las mujeres son tratadas como floreros: "Las señoritas que le podrán acompañar". Al igual que hace siglos, las mujeres y su formación están subordinadas a los intereses de los hombres, a sus necesidades: "Están preparadas para asistir a cualquier evento, ya sean reuniones, presentaciones, cenas de negocios".

Es imprescindible que los hombres machistas lleven a su lado a una mujer bella, "preparada", es decir, que hable cuando tiene que hablar y se comporte como ellos quieren, una autómata.

Las mujeres hermosas y obedientes, que "se saben comportar", son en el patriarcado un símbolo de estatus, de poder. De ahí la necesidad de ir siempre acompañado de ellas, que ellas "estén preparadas" para "estar a la altura" del evento y no dejen en evidencia al pobre hombre, que debe presumir de su poder, influencia, virilidad, etc.








 



Las mujeres son tratadas como objetos, como ganado: "Están escogidas bajo una estricta selección", "Están bajo la seguridad de controles médicos trimestrales". ¿Y los puteros? ¿También se les hacen controles médicos trimestrales o, cuando contagian una enfermedad a una escort, se busca a otra para sustituirla?



Las mujeres son tratadas como objetos. Piensan que las mujeres se pueden estrenar, usar, que pueden aburrir, por eso se las presenta como "novedad". Si comparamos esta imagen con un catálogo de muebles, no habría ninguna diferencia: las cosas nuevas, mejoradas, sin estrenar, sin mucho uso, son destacadas, es decir, se destaca y señala el material nuevo, recién llegado ("Sé el primero en usarlo").

Solo de las personas basurizadas, cosificadas, objetivizadas y deshumanizadas se puede hablar de tal modo. Solo una persona que ha sido rebajada a una cosa, a un simple cuerpo (que existe para excitar y ser utilizado por los puteros), puede ser presentada como una novedad.

Sin #AbolirLaProstitución, no se terminará con nuestra #cosificación.


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